La radio sigue siendo el medio de comunicación preferido de la gente. Para decirlo en términos neoliberales: ha re- perfilado su audiencia. Antes era masiva, ahora es selectiva. Está dirigida a pequeños públicos, cerrados, que integran las distintas tribus de nuestra sociedad. Por otra parte, se ha reconvertido tecnológicamente y se puede escuchar o re-escuchar los programas, desde los más diversos soportes tecnológicos a toda hora y en cualquier momento, venciendo la fugacidad del medio.
Pero, como sucede con las artes en este siglo, en general ha perdido (o resignado) parte de su lenguaje creativo. Pocos son los programas que disparan la imaginación del oyente como en otras etapas más felices de su historia. No es que todo tiempo pasado fue mejor, sucede simplemente que han desaparecido los hombres y mujeres de radio. Ahora el medio está atravesado por comunicadores, productores, locutores, publicistas que creen que la radio es lo mismo un maxi-kiosco. Lo significativo es el producto que puede vender. El oyente se ha convertido en cliente. El rating manda como en la televisión. Es el juez indiscutido que da o niega, la permanencia a un programa.
Hoy la radio, está llena de voces uniformes, de recetas facilistas y de consignas chabacanas de participación. Y ha perdido parte de su principal naturaleza: Credibilidad.
Atravesada por la peor enfermedad (deformación) de la política que es el partidismo, pocos son los programas que tienen capacidad de análisis, reflexión y autocritica. Es cierto que no existe la objetividad, existe la subjetividad, pero también sería saludable para el medio que exista la honestidad intelectual.
Otra cosa que ha desaparecido de la radio es la buena música, esa que no tiene límites de edad, genero, o pertenencia geográfica a tal punto que en muchos programas los temas musicales se pasan fraccionados o por la mitad. La homogenización de la globalización cultural de la música, achata el gusto popular de la gente.
¿Todo está perdido? No. Revolviendo en el dial como en las mesas de ofertas (saldos) de las tiendas de ropa, siempre es posible encontrar espacios que nos permiten compartir relatos, noticias, melodías, cuentos, radio- dramas y comentarios que nos ayudan a entender mejor la realidad y a soñar con la radio en un mundo mejor.
Osvaldo Mondelo –Periodista Diplomado.
Trabajo en LS11 Radio Provincia de Buenos Aires. Dto Informativo y en los programas “El Candil”, “Cronopíos” y “Arriba el Telón”. LU14 Radio Provincia de Santa Cruz, Director de la emisora y en los programas “Soplando en el Viento” y “Taxi”. Radio Cooperativa de Río Gallegos, programas “Días de Radio” y “La Peluquería”. Radio Universidad de San Juan, programas “Días de Radio” y “Matriz latinoamericana”. Director de la repetidora de Radio Provincia de Santa Cruz en Calafate. Radio Nacional Lago Argentino, Calafate, programa “Después que canta el Gallo”. Fue además profesor de la catedra de radio en la Universidad Nacional de la Patagonia (UMPA- unidad Río Gallegos) y en la Universidad Nacional de San Juan. Es autor del documento “La Radio no es simplemente una canción” elaborado para docentes universitarios de radios. Es magister en Radio (TEA-FACU) ciudad de Buenos Aires. Pos grado en CIESPAl y Radio Nederland en Quito, Ecuador. Realizo en coproducción con Mario Kaplun un capítulo de la serie documental “Mitos y leyendas latinoamericanas” para la red de Radios Universitarias del nuevo Cuyo, Radio Nederland y la UNESCO.